Cuando los estudios muestran lo mermado de nuestro capital social (y los datos sobre crímenes), tomar como caballo de batalla argumentos xenófobos parece al menos irresponsable, más aún cuando se apela a una población desinformada con el fin de obtener favores en las urnas.
“A xenofobia revuelta ganancia de votos” Esta podría ser una variante del popular dicho y que quizá, en parte, explique el comportamiento de dos presidenciables de la derecha, dicho sea de paso, uno de ellos colgándose de los dichos del otro. Si bien las metodologías de las encuestas están bastante desarrolladas, no menos cierto es que aún no se logra explicar en nuestro país el ausentismo electoral. Esta fracción de la población y los indecisos parecen ser un premio que, sin duda, muchos candidatos al puesto de presidente la República quisieran capturar y, siendo una conducta racional, en este caso observamos, como en tantos otros, como la racionalidad de topa con lo valórico y lo moral. La racionalidad apunta a invocar y acrecentar el miedo (a lo “extraño”, a lo “distinto”) y, como ya sabemos desde el hemisferio norte, el miedo germina fértilmente en la tierra de la ignorancia, pudiendo transformarse en un fuerte incentivo a apoyar aquellas propuestas que tiendan a garantizar una seguridad malentendida.
Como algunos saben que revelan los datos, nuestro país está lejos de ser uno de aquellos en que la migración sea un problema, más aún, gracias a ésta nuestro país se ha enriquecido en términos poco cuantificables (por ejemplo la gastronomía y el valor de la inclusión), como en los que si lo son (por ejemplo los inmigrantes tienen en promedio mejor educación que los chilenos). Si lamentablemente en nuestro país existe una alta correlación entre educación e ingresos, ¿a quiénes están dirigidas estas arengas? La respuesta es obvia, como también lo es que seguramente esta parte de la población es la que más en contacto está con los extranjeros avecindados en nuestro país.
Cuando los estudios muestran lo mermado de nuestro capital social (y los datos sobre crímenes), tomar como caballo de batalla argumentos xenófobos parece al menos irresponsable, más aún cuando se apela a una población desinformada con el fin de obtener favores en las urnas. Flaco favor se le hace al país y, más escuálido aún, a los valores republicanos.
Javier Scavia Dal Pozzo
Académico Departamento de Industrias
Universidad Técnica Federico Santa María
Fuente: Diario Estrategia