El Ingeniero Civil Industrial se desempeña como Scrum Master Consumer and Customer Experience and New Capabilities en AB InBev, oficina ubicada en Praga.
En su época universitaria, Sebastián Lillo se fue rumbo de intercambio a la Technical University of Munich. Según relata, aquello marcó un antes y un después en su vida optando por una carrera profesional en el extranjero. Hoy el Ingeniero Civil Industrial de la Universidad Técnica Federico Santa María trabaja en la empresa Ab Inbev, donde ha asumido varios desafíos. A continuación, invitamos a leer la nota:
Sebastián: Luego de 4 años en la empresa The Kraft Heinz decidiste emigrar a Praga ¿cómo se te presentó la oferta de trabajo en AB InBev y cuáles han sido tus funciones?
“Emigrar a Republica Checa fue una decisión familiar y no profesional. Mi señora -quien es checa- se le presentó una oferta laboral en Praga. Posteriormente, decidimos establecernos en Europa y tuve que renunciar a la compañía donde trabajaba. Luego de unos meses, comencé a buscar trabajo. Sin embargo, al no conocer en profundidad la industria y no hablar checo, decidí ampliar mi campo laboral más allá del área comercial. El hecho de haber estudiado Ingeniería Civil Industrial me permitió ser más flexible en la búsqueda de empleo. Postulé a una posición como Project Manager en AB InBev, y posteriormente me entrevistaron y me ofrecieron otro cargo llamado Supervisor de Planificación de Transportes para Sudáfrica. Al transcurrir ocho meses fui ascendido como Transition Manager y hace más de un año cumplo la labor de Scrum Master Consumer and Customer Experience and New Capabilities. Mi principal función es realizar coaching a diversos equipos con el fin de implementar metodologías ágiles de acuerdo a sus necesidades”.
¿Cómo has manejado el idioma checo? Como es sabido actualmente 40% de la población habla alemán y solo un 15 % inglés ¿ha sido una barrera?
“Afortunadamente el inglés es el idioma preponderante de la empresa, ya que AB Inbev cuenta con empleadores de 45 nacionalidades diferentes en su oficina de Praga. Por otro lado, tome un curso de checo con el fin de poder manejar el idioma en mi día a día”.
Por otro lado, ¿cómo definirías a los sansanos de tu generación? ¿qué los hace únicos?
“En mi generación se dio un boom de intercambios, donde muchos compañeros estudiaron fuera de Chile durante un semestre o un año. Hoy en día puedo ver cómo aquellos exalumnos se encuentran en el extranjero trabajando o estudiando un MBA, doctorado o postdoctorado. Por ende, fue la generación curiosa por vivir la experiencia del intercambio”.
En la misma línea de lo conversado en la pregunta anterior, en tu época universitaria realizaste un intercambio en la Technical University of Munich ¿cómo calificarías dicha oportunidad que te otorgó la USM? ¿qué llamado le harías a los sansanos que desean vivir un semestre fuera de nuestra Casa de Estudios?
“La experiencia del intercambio marcó un antes y un después. El gran valor agregado es vivir en otro país y estar inmerso en otra cultura. Aquello, me cambió la forma de pensar, me abrió la mente, y me volví más empático y abierto a múltiples oportunidades. Llamo a los sansanos que se motiven con vivir la experiencia del intercambio, ya que es una de las cosas más geniales y únicas que he vivido. Aquello no se aprende en un curso, hay que vivirlo para entenderlo ”.
Finalmente, ¿cuáles son tus proyecciones a futuro? ¿Volverías a Chile?
“Al tener una pequeña hija, con mi señora decidimos quedarnos en Europa hasta que ella finalice sus estudios. Nos agrada la calidad de vida y la educación. Por lo tanto, tenemos pensado establecernos acá al menos hasta esa etapa. Por ende, mis proyecciones a mediano plazo es crecer profesionalmente en Praga”.
Fuente: Red de Exalumnos USM.