Dr. Cristóbal Fernández Robin, Académico del Departamento de Industrias de la Universidad Técnica Federico Santa María participa de Reportaje de Diario El Mercurio de Valparaíso relacionado a la Economía Argentina y el impacto de esta en la llegada de turistas trasandinos a Chile.
La volatilidad del peso obligó a una serie de acciones por parte del Gobierno de Milei para fortalecer la moneda, como negociar con EE.UU. Esto podría desincentivar los viajes.
“Argentina es, por volumen y cercanía, uno de nuestros mercados más relevantes” para la actividad turística, indica la subsecretaria del ramo Verónica Pardo: acotando que “en 2024 representó el 39,9% de las llegadas internacionales a Chile, con fuerte impacto en comercio, gastronomía y servicios en regiones fronterizas”.
“Históricamente – continúa – este mercado ha llegado a concentrar más de la mitad de los turistas internacionales en nuestro país, como ocurrió en 2016 y 2017 con cerca del 51%. Estas cifras muestran lo estructural que es para nuestra actividad”. Solo en enero y febrero de este año, a la Región de Valparaíso ingresaron 339.515 argentinos por el Paso Cristo Redentor, lo que significó un aumento de un 125% en relación al año anterior, según Data Turismo Chile, Sernatur.
En este contexto, el 2024 “vivimos un verdadero boom del turismo de compra, un fenómeno que se ha sostenido gracias a un tipo de cambio favorable para los trasandinos, una mayor variedad de marcas y productos que ofrece el comercio local, así como la cercanía geográfica con nuestro país”, acota Marcela Pastenes, Gerente General de la Cámara Regional de Comercio y la Producción (CRCP).
Razones del Boom
¿Cómo se explica esto? “El Gobierno de la República de Argentina eliminó restricciones de cambio de moneda extranjera, es decir, lo que se conoce como el cepo cambiario para la compra de dólares, lo que ahora permite que los ciudadanos argentinos puedan realizar una compra libre de divisa de Estados Unidos. Este cambio de política facilita que familias del país trasandino dispongan de divisas para viajar fuera del país con una mayor capacidad de gasto”, responde el Dr. Cristóbal Fernández Robin, Académico del Departamento de Industrias de la Universidad Técnica Federico Santa María.
A ello se suma la disminución de aranceles, que, según comenta, “genera un beneficio directo para las familias argentinas, las que tienen acceso a la compra de productos de importación, sobre todo, en lo que se refiere a bienes de consumo masivo, como las zapatillas deportivas y ropa de marcas reconocidas internacionalmente. También les permite acceder a bienes electrónicos como los teléfonos celulares, computadores portátiles y televisores inteligentes, entre otros. Explicando aún más el ejemplo de las zapatillas deportivas, estas podrían llegar a costar entre un 30 y 40% menos que en Argentina”.
“Sumado a lo anterior, el efecto de una mayor inflación en el país vecino generó que los precios de algunos productos comprados en Chile, incluyendo el largo viaje y el pago de IVA, resultaron más bajos”, sostiene.
“Si vemos las cifras, según Diario El País, el año 2024, ingresaron aproximadamente 2 millones de argentinos a Chile, a diferencia de 2025, que, según el Diario Financiero, el primer semestre se llega a un aproximado de 1,8 millones de ciudadanos del mismo país. Considerando un gasto promedio de aproximadamente 400 a 500 dólares por viaje y tomando en cuenta que solamente el 30% o 40% es destinado a compras, el gasto total anual en compras sería de 400 a 600 millones de dólares”.
Otro tema relevante para considerar es el dólar. Al respecto, el Académico USM dice que “específicamente” tiene que ver “el tipo de cambio con relación al peso argentino, pues si en Argentina se establece una política que permita una estabilidad de la moneda y en la libertad de comprar, sin límite por persona de la divisa americana, esto genera una percepción de confianza en la población”.
“En cambio – sigue – si el peso se deprecia y mantiene una inestabilidad, produce un desincentivo a la planificación de viajes fuera del país, incluso si los precios en los países fronterizos se mantienen más bajos”.
Desde la perspectiva, Pastenes manifiesta que saben que este boom de la temporada “es una tendencia transitoria y que depende de factores económicos internos de Argentina”; y, por ende, entienden que “las medidas económicas implementadas en el Gobierno de Milei, como la liberación del mercado de divisas y la búsqueda de financiamiento externo para enfrentar compromisos financieros podrían incidir en la capacidad de gasto y en la decisión de viaje de los argentinos”.
El problema del peso
Un tema en el que coincide Alejandro Montecinos, decano adjunto de la Escuela de Negocios de la UAI, al asegurar que “el auge del turismo de compras podría cambiar debido a las políticas económicas argentinas, que impactan el tipo de cambio. La afluencia de argentinos que buscan productos más baratos en Chile es una reacción directa a sus propias condiciones económicas y a la política cambiaria”.
Comenta que, a principios del presente año, el peso argentino “se apreció significativamente, haciendo que viajar y comprar en el extranjero, incluido Chile, fuera menos atractivo para los argentinos. Si esta tendencia se mantiene, el turismo de compras podría disminuir, ya que la diferencia de precios se reduce”.
Otro tema que influye es “la disminución de los aranceles de importación en Argentina, que busca bajar los costos y los precios al consumidor”, lo que “podría reducir aún más el incentivo para que los argentinos compren en Chile, ya que los productos nacionales se vuelven más competitivos”, sostiene el académico.
Desde su perspectiva, “la inestable situación económica argentina afecta directamente el flujo de turistas a Chile. Tradicionalmente, un peso débil incentiva el turismo de compras, pero también puede hacer que cualquier viaje al extranjero sea prohibitivamente caro”.
Manifiesta que “mientras un peso fuerte desincentiva los viajes, un peso débil podría volver a impulsar el turismo de compras su la brecha cambiaria se amplía. No obstante, la persistente inflación e incertidumbre económica en Argentina hacen que el turismo externo sea impredecible”.
“Si, por una parte, la República Argentina reduce los aranceles para productos importados, lo que generaría una disminución en la brecha de precios con Chile; si, adicionalmente, ingresan mayor cantidad de productos importados a la Argentina, definitivamente disminuiría el flujo de ingreso de turistas orientados a realizar compras convenientes en Chile”, explica el Dr. Cristóbal Fernández Robin.
“Es complicado anticipar una cifra, pues este tipo de turismo ha permitido que las personas que viajan para comprar también conozcan las bellezas turísticas que ofrece Chile, y podrían interesarse en visitarnos en el futuro sin que necesariamente el objetivo sea realizar compras convenientes. Sin embargo, por lo menos la afectación sería de una disminución de un 20%”, recalca.
Bernardita Silva, Gerente de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), en la misma línea asegura que “hoy, con un peso argentino debilitado y el Banco Central vendiendo reservas para contener la volatilidad, el escenario apunta a un menor poder adquisitivo en dólares de los hogares trasandinos. Esto encarece los viajes al exterior y puede moderar el flujo de turistas hacia Chile, en especial en el turismo de compras, donde la conveniencia depende directamente del tipo de cambio”.
Fuente: Diario El Mercurio de Valparaíso, sección “Domingo de Reportajes” (domingo 28 de septiembre de 2025).