De la clásica estufa a gas o parafina, la tecnología ha evolucionado a distintas opciones que permiten adaptarse a las diversas necesidades de climatización de los hogares, en diferentes espacios y condiciones climática.
Son diversas las variables que deben conjugarse para elegir la mejor opción para calefaccionar un espacio. Entre las distintas opciones que ofrece el mercado, la idea es contar con un sistema que cumpla efectivamente su objetivo, con una tecnología lo más eficiente posible y a un precio asequible.
Así, es necesario conocer los diferentes sistemas para tomar la decisión correcta. Para comparar sus costos de inversión y operación, una buena recomendación es la que entrega el Ministerio del Medio Ambiente, a través de su Guía de Calefacción Sustentable, disponible en línea, que incluye datos de precios y consumo de la calefacción a parafina, gas licuado, gas natural, biomasa (lecha y pellets de madera), electricidad y split calefactor.
Otras opciones son los acumuladores de calor eléctricos, las bombas de calor y los equipos solares términos, cuya descripción se encuentra en guías extranjeras.
Para comenzar, es necesario atender el lugar geográfico donde se encuentra emplazada nuestra vivienda u oficina. Según comenta la Dra. María Pilar Gárate Chateau, Académica del Departamento de Industrias de la Universidad Técnica Federico Santa María, especialista en gestión tecnológica y mentora del Instituto 3IE USM, de ello depende la disponibilidad y costo del combustible. “También se debe considerar el área, ya que los equipos cuentan con distintas capacidades; la calidad del ambiente calefaccionado, pues algunos sistemas generan gases y, finalmente, el costo de inversión y operación del sistema”.
Eficiencia y Cuidado del Medio Ambiente según la zona y los recursos energéticos
Considerando la diversidad de condiciones climáticas del país, comenta la Dra. María Pilar Gárate, sería esperable que el tipo de calefacción empleada se ajustara a los recursos u condiciones existentes en cada zona. Esto sucede en Magallanes, donde predomina el gas natural – debido a la disponibilidad y bajo precio del recurso – y desde la Región de la Araucanía hacia el sur, donde predomina la leña que, aunque es un combustible económico, presenta objeciones debido a su calidad, al no cumplir siempre y debidamente la certificación y ser responsable de los altos niveles de contaminación en ciudades de Temuco, Osorno y Coyhaique.
“Sin embargo, no se verifica en todas las zonas y tenemos, por ejemplo, un bajo aprovechamiento del recurso solar en la zona norte del país”, sostiene. “A nivel nacional todavía, en la mayoría de los hogares, se utiliza calefacción barata, como la parafina en la zona centro y leña en la sur, sin tomar relevancia la importancia de mantener un buen ambiente intradomiciliario. Predominan aún los sistemas convencionales y más contaminantes”, advierte la especialista.
Fuente: Ediciones Especiales “Calefacción” (Pág. 2). Diario La Tercera, Jueves 30 de Marzo de 2017.